La muerte

Supongamos entonces, que no existe la muerte, que somos almas eternamente vivas, encarnadas en cuerpos infinitos, sin enfermedades, sin malestares. Supongamos que, tenemos la certeza de ello, y que somos concientes de nuestra gracia intempestiva. Supogamos, que vivimos el paso del tiempo, como un simple ordenamiento metódico, que no hace mas que regularizar y organizar nuestra perpetua estadia. ¿Qué seriamos?

-¿Dioses?...

-Seriamos Inmortales obviamente, jaja.

-Seriamos "Ideas".



-Seriamos infelices.