Tentempié.

Das vueltas, y vueltas, y vueltas.
Casi te caes, pero rozas el suelo, lo besas con tu costados.
Te levantas, así, con el mismo envión.
Es que alguien te enseñó a pararte, sin apoyarte en nada.
Y seguís, dando vueltas.
Porque, es cierto, no necesitás apoyarte en nada.
¿O será acaso que tu naturaleza no ha encontrado nada en que apoyarse?
Da igual, seguís dando vueltas.
Alguien te patea.

Otra vez, el vaivén.

Nada en que apoyarte.

Te levantás.

Seguís dando vueltas.

Y vueltas...

y vueltas.

1 Responses to Tentempié.

  1. Anónimo Says:

    :). Nana