Dolodio.

Siento un escalofrío enorme, el dolor brota como un torrente ciego que busca salirse por mi boca, siento que cada hueso se va quebrando bajo el peso de tanta pena junta, mis ojos supuran lágrimas, y me duele el tiempo, que ha pasado, y que no volverá a pasar, me duele la decepción, de haberme detenido, sin seguir buscando, creyendo haber encontrado, creyendo haberte encontrado.
Tanta falsedad, tanta careta tuya, como odio, como odio todo eso, como me odio por haber caído, por no hacerme caso, por haberme conformado, odio cada instante, cada palabra, cada mentira...
Despacio, sin hacer ruido, salgo de la cocina y me acerco a nuestra habitación, nuestra y de todo aquel que fue invitado en mi ausencia.
Te veo ahí, dormida plácidamente, con ese aire de inocencia que siempre me comí, respirando pausadamente, creyendo que todavía sigo sin saber, la mierda que sos, que simplemente sos una mierda que respira.
Y no me demoro un instante, comienzo a acuchillar cada centímetro de la sábana, y en cada estocada, te asesino, en cada puñalada te voy asesinando, ante tu mirada atónita, esa mirada de puta herida ahora...
Yo se que entendés, y tu sorpresa no se debe al hecho de que te esté matando, por que sabés que lo merecés, se debe a que, nunca me creíste capaz de vengarme, y si, me ves, ¡lo estas viendo!, me estoy descargando, y cada chorro de sangre tibia, me reconforta, cada alarido tuyo, es para mi un soplo de vida, pienso que podría seguir asi toda una eternidad...
Ya no queda ni rastro de lo que eras. Ya no queda ni rastro de lo que eramos, no dejaste ni rastro de lo que yo era.
No vas a zafar tan fácil, te voy a buscar allá abajo...

1 Responses to Dolodio.

  1. Unknown Says:

    uuuuuuuuuuuu manso odio chabon