El Espejo: Venganza.

Venganza.

Las calles están oscuras, desiertas, hace calor, y hay una humedad insoportable, el ambiente es pesado...
Mira para atrás, no puede reconocerme, pero se da cuenta, de que lo estoy siguiendo, así que apura el paso, camina más deprisa, con un andar nervioso, arrastrando toda su asquerosa persona a mayor velocidad.
Comienza a agitarse, puedo escuchar los resoplidos que larga.
Nuevamente mira hacia atrás, y comienza a trotar.
Termina el maldito pueblo, adelante, una ruta totalmente desolada.
Corre por la banquina, y salta entre los matorrales que crecen al costado.
Sonrío, ¡Que ingenuo!.
Caminando tranquilamente, hago el mismo recorrido que el hizo.
Lo puedo sentir agazapado entre los yuyos, seguramnete está esperando que pase algún tiempo para volver a su casa. ¡Jajaja!
Ya respira más tranquilo. Está inclinado hacia adelante.
No me escucha llegar, y, simplemente, me sitúo detrás de él, saco mi 38 del cinturón, le apunto a su rodilla.
El martillo hace un "click", y, aunque no puedo ver su cara, me la imagino, así, abriendo los ojos enormemente, tratando de darse vuelta rápido, con la boca abierta en una mueca estúpida de miedo...
"¡Tammg!"
Descargo en él, la primera de mis seis balas.
Siento el sonido de una explosión mucosa, aún por encima de su grito de mujer parturienta, y el pasto se salpica de sangre, carne y huesos.
Se toma lo que queda de su rodilla izquierda, gimoteando, y moviéndose en el piso.
Giro mi tambor, apunto ahora a su otra pierna, mientras que del suelo, surgen súplicas cobardes de piedad...
¿Piedad? ¡Jaja!
"¡Tammg!"
Otro grito, otra rodilla que desaparece.
Me pongo de cuclillas a su lado e intenta decirme algo... algo como:- "...mi celular... en el bolsillo... ah... hay... hay doscientos pesos en la... ahh... en la billetera... ¡por favor!..."
¡Jajaja!
No sabe quién soy aún, y sus balbuceos, realmente, me producen un asco increíble.
Me presento: "...Soy yo..." le digo.
Por un instante, se queda quieto. Reconoce mi voz. Ya no suplica más, solo respira con dificultad y llora.
Me paro, apunto nuevamente.
"...No quise... ah... no... ¡No quise hacerlo! ¡Yo no quería!... ah..." Dice atropelladamente.
¡Jajaja! ¡No quiso hacerlo! ¡Jajaja!
"...Cabrón..."
"¡Tammg!... ¡Tammg!... ¡Tammg!...¡Tammg!"

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2 ....

Unknown Says:

Posted on 1 de noviembre de 2010, 22:23

alguien dijo la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena.
Se equivoco para la mierda.
Anónimo Says:

Posted on 2 de noviembre de 2010, 11:17

Te van llevar preso si seguís escribiendo estas giladas chabon.

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Instantaneos

Esa simpleza que parece Dios escatimar, y esos deseos difíciles de controlar, pero controlables al fin, todos unidos en algo, y ese algo esperando a que, con la llave maestra se desate la caja de Pandora. Eso buscábamos, atentos, pero parece que carece de plazas ya, la universidad del error, en donde no se gradúan quienes tienen fe.
Fe o esa maldita paranoia de creer que las cosas cambian, de que las cosas son distintas, de que en algún lugar encontraremos esos ojos que digan “Es cierto”, simplemente eso. Pero son las mismas palabras, repetidas unas tras otras, y la música de fondo es siempre la misma. ¿Por qué? Porque no cambia, y a pesar de todo se desgasta, y en cada intento se hace mas difícil, difícil de creer, o difícil de probar, y todas esas imágenes que se aparecen encimadas en la cabeza, se parecen, y cada una prueba que la anterior era mejor, que más que a la razón hay que obedecer al instinto, por que es lo que nos mantiene vivos. Pero que culpa tenemos si a la primera carrera, la abandonamos por querer ver más, mas allá, y quizás no era para nosotros ese más allá. Nos empujaron, el deseo, y la propia estupidez. Y costo demasiado entender que por subir la apuesta perdimos todo, y se tarda mucho menos en caer. Y son de esas caídas de las que no nos tendríamos que haber levantado, por que enseñan demasiado.
Osado, esa es la palabra, o estúpido, es lo mismo, a estas alturas es lo mismo.
No merecíamos todo, tampoco lo pedimos, solo lo justo. Pero el pasado atormenta. Porque siempre se repite, lamentablemente, y solo queda resignarse, y dejarse llevar, por que no todo el que yerra carece de dirección, y serán destinos diferentes, o varios a la vez, y seguramente serán distintos los caminos aunque sea la misma música, la misma sonrisa, y hay cosas que por mas que quieran borrarse están grabadas, y la mayoría de esas cosas nos dan asco, repugnancia, y miedo.
Primeros, últimos, hoteles de paso, realmente dan asco, pero el dolor es mas terrible por que somos nosotros los que elegimos dejar ahí nuestras cosas, y elegimos mal, siempre, siempre equivocados, haciéndole caso a esas voces que susurran veladas detrás de la nuca y nos hablan de magia, de salvación, de posibilidades y molestan zumbando al oído, tanto que desesperan, y nos arrojan nuevamente a intentar el mas allá, y nos cuesta tanto, tanto nos duele, nos mata tanto, que nos damos cuenta cuando nuevamente caemos en el error, de querer saberlo todo, de poseerlo todo..¡Cuando ya lo perdimos en la primera vuelta!.
Y es demasiado extraño, que, a pesar de todo, todos los días buscamos, encontrar la simpleza que Dios escatima, y ser dueños de la única llave, para ver si todavía existen esos ojos…y nos digan que… “Es cierto”.

Venganza.

2 ....

Frente al espejo, se cae la careta, se acaba el poder...

Rocambole...

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